30 de mayo de 2014

Dinoficha: Coelophysis

Como sabrán, ya llevo mucho tiempo sin atender el blog. Mil disculpas. Pero bueno, es momento de actualizarlo. Hoy, agregamos la dinoficha de uno de los terópodos más antiguos, un pequeño dinosaurio primitivo que comenzaba a exhibir las características que convertirían a su linaje en uno de los grupos de animales más feroces y a su vez, asombrosos de todos los tiempos. Estimados lectores, con ustedes la dinoficha del Coelophysis bauri.

Coelophysis
Ilustración de Sergey Krasovskiy

Localización: Estados Unidos, Norteamérica
Clasificación: Saurischia, Terópodo, Coelofísidos
Significado del nombre: “Forma Hueca”
Tamaño: 1.5 a 3 metros de largo
Período: Triásico
Dieta: Carnívoro

Características
El Coelophysis se conoce por una gran cantidad de fósiles. Este pequeño dinosaurio carnívoro tenía una cabeza alargada y puntiaguda en la que resaltaban mandíbulas en las que se alineaban docenas de pequeños y afilados dientes. Presentaba también cavidades orbitales relativamente grandes, lo que sugiere un agudo sentido de la vista. Su cuello era largo y tenía forma de “S” , lo que lo hacía más flexible. Las patas posteriores del Coelophysis también eran largas y fuertes. Además, como lo indica su nombre, sus huesos eran huecos, lo que reducía su peso y le proporcionaba una constitución óptima para movimientos rápidos. Sus miembros delanteros eran más cortos que los traseros, pero eran lo suficientemente largos para proveerle la capacidad de sujetar a su presa. Los dedos de las patas delanteras estaban adaptados para manipular su alimento. Se han encontrado ciertas diferencias entre varios especímenes encontrados. Algunos fósiles parecen tener una estructura más robusta y otros parecen ser más gráciles. Los paleontólogos opinan que puede tratarse de una diferencia entre macho y hembra. A pesar de ser un dinosaurio primitivo, su estructura empezaba a asimilarse a la de los terópodos avanzados.

Descubrimiento e Historia
El Coelophysis fue descubierto al sudoeste de los Estados Unidos en el año 1881 por David Baldwin, quien había trabajado alguna vez para Othniel Charles Marsh y más tarde para Edward Drinker Cope, los dos paleontólogos que dieron origen a la “Gerra de los Huesos”. Ocho años más tarde, en 1889, fue nombrado por Edward D. Cope. Los primeros fósiles de este dinosaurio no permitieron dar una imagen muy detallada del animal. Sin embargo, hoy en día hay más fósiles de este terópodo que de cualquier otro dinosaurio conocido. La mayoría de estos fósiles son provenientes de una cantera de Ghost Ranch (Rancho Fantasma), Nuevo México, donde en 1947 se encontraron camas de huesos repletas de fósiles de este dinosaurio. Algo sumamente sorprendente es que gran parte de estos fósiles son esqueletos completos, lo que proporciona una visión más clara del aspecto de este pequeño dinosaurio carnívoro. La gran concentración de fósiles en este lugar sugiere que la causa de su muerte se pudo haber debido a fenómenos naturales como una inundación repentina. Los numerosos fósiles de Coelophysis hallados en Ghost Ranch han proveído a la paleontología el diagnóstico de toda la especie, sustituyendo al primer fósil descubierto por Baldwin en 1881. Desde el hallazgo en Nuevo México, se han encontrado fósiles de Coelophysis en otros estados como Arizona y Utah. De hecho, se cree que un yacimiento de huellas encontradas en Connecticut pudo haber pertenecido también al Coelophysis, pero aún no hay suficientes pruebas para probar esta hipótesis. Un dato sorprendente que se atribuye al Coelophysis además del firme record como el dinosaurio del cual se han hallado más fósiles, es el hecho de que también fue el primer dinosaurio en viajar al espacio exterior. En 1998 un cráneo de Coelophysis fue llevado a bordo del transbordador “Endeavour” a la estación espacial de Mir, luego de haber viajado 6,000,000 kilómetros en torno a la Tierra, convirtiéndolo en el primer dinosaurio en asomar la cabeza fuera del planeta. 

¿Canibal?
Entre los especímenes descubiertos en Ghost Ranch, algunos fueron objeto de gran atención para los paleontólogos, pues fueron encontrado con lo que parecían ser ejemplares jóvenes de la misma especie en la zona donde se ubicaría el estómago. Al principio, se pensó que las crías habían roto el cascarón del huevo antes del nacimiento, como suele suceder con algunas especies de tiburones, pero en algunos casos, los esqueletos eran muy grandes para tratarse de un recién nacido. De modo que la mejor explicación a la que llegaron los paleontólogos es que el espécimen adulto había devorado al joven, sugiriendo comportamiento caníbal. Sin embargo, actualmente hay controversia sobre si el animal visto dentro de este espécimen es realmente una cría o si se trata de otra especie. Actualmente, se piensa que estos supuestos individuos jóvenes en realidad se tratan de una especie de crurotarsio, mas aún son necesarias más pruebas para determinar esto a ciencia cierta.  

   
Hábitat
El Coelophysis vivió desde hace 225 a 215 millones de años atrás, a finales del período Triásico. El hábitat de este terópodo primitivo estaba principalmente constituido por bosques secos que crecían en áreas montañosas. En dichas áreas nacían grandes ríos de agua dulce que bañaban y alimentaban los bosques. Durante la estación húmeda, éstos producían torrentes que arrasaban con todo a su paso incluyendo dinosaurios como el Coelophysis. A pesar de los diversos monzones que se formaban ocasionalmente, la sequía predominaba en la mayor parte de la zona y la estación seca era constante y tendía a ser muy duradera. Ésta constituía el mayor peligro en las regiones de lo que hoy conocemos como Norteamérica. En este mundo seco y abundante en coníferas, el Coelophysis luchaba por sobrevivir habitando en grandes grupos junto a  criaturas como las Plaquerias, el Demastosuchus, el Rutriodón y el Postosuchus, los cuales no eran dinosaurios.  

Comportamiento
El Coelophysis ciertamente estaba diseñado para la velocidad. Esto era de gran ayuda al momento de perseguir y atrapar a sus presas que en su mayoría debieron consistir en animales pequeños y escurridizos, como pequeños mamíferos, reptiles, insectos, peces y otros dinosaurios pequeños, y para escapar de de los grandes depredadores que vagaban por ese tiempo como los fitosaurios y los rauisúquidos. El hallazgo de Ghost Ranch, Nuevo México consiste quizá en unos mil individuos jóvenes y adultos posiblemente pertenecientes a grupos estructurados. Esto permite teorizar que el Coelophysis era una criatura sociable que podría vivir desde pequeños grupos de menos de diez ejemplares hasta en grandes manadas de docenas de individuos en los que todos podrían haber cooperado para proteger a sus crías y facilitar la obtención de alimento. Sin embargo, debido a la hostilidad del ecosistema del que formaban parte, es posible que los miembros del grupo lucharan entre sí por el alimento y el derecho a reproducirse. Por otra parte, también es posible que en tiempos de desesperación, la especie practicara el canibalismo, pero son necesarios estudios más minuciosos que arrojen nueva luz sobre esta posibilidad.