30 de junio de 2013

Adiós, Dilophosaurio sinensis. Hola, Sinosaurio triassicus

Muchos habrán leído sobre la existencia de una posible especie de Dilophosaurio asiática conocida como "Dilophosaurio sinensis". La misma ha sido objeto de polémica desde su descubrimiento, ya que difería de sus semejantes norteamericanos en algunas características físicas, como la estructura de las mandíbulas, la cantidad de dientes en la misma y en la forma y el tamaño del cráneo y de las crestas que caracterizan al género, además de estar geográficamente separada de las especies de Occidente. Durante años, se ha debatido la validez de su clasificación como una especie de Dilophosaurio y finalmente, este año el debate ha llegado a una conclusión.

El durante tanto tiempo llamado "Dilophosaurio sinensis" finalmente, fue reclasificado como un ejemplar juvenil de una especie de terópodo conocida como Sinosaurio triassicus (un dilophosáurido descrito por el paleontólogo Chung Chien Young en 1948), tras un reciente estudio en el que participó el paleontólogo canadiense Philip J. Currie junto con algunos colegas chinos. Este género comparte muchos rasgos con el Dilophosaurio y durante mucho tiempo se consideró como un relativo muy cercano de éste. No obstante, hoy se sabe que está más relacionado con miembros más avanzados de esa familia, tales como el Cryolophosaurio.

Ilustración del Sinosaurio triassicus (anteriormente, Dilophosaurio sinensis) de Cheung Chung Tat 

 Con este nuevo estudio, se llena un hueco que había intrigado a los paleontólogos durante años y se descarta la idea de una especie oriental de Dilophosaurio, convirtiéndolo en un dinosaurio endémico de Norteamérica.

2 de junio de 2013

Según el Lector: Presencia de Plumas en el T-Rex

Hola, estimados lectores. Lamento todo el tiempo que tuve el blog desatendido. He estado bastante liado últimamente, pero hoy quiero compensarlo con una entrada que seguro será de su interés.

Como es sabido, el Tiranosaurio rex es uno de los dinosaurios más estudiados (si no el más estudiado) y sin embargo, es también uno de los más enigmáticos. De hecho, uno de los más grandes debates sobre el T-rex consiste en uno de los aspectos más básicos de su anatomía: su apariencia externa. Dado que los huesos no nos dicen mucho sobre cómo lucía el animal en vida, es difícil saber identificar algunas características físicas como su coloración, la presencia o ausencia de protuberancias y si su piel estaba cubierta de escamas o de plumas.

    
Ilustración de Imx3d de renderosity.com 

 Existe una intensa controversia sobre la posibilidad de que el T-rex haya tenido un cuerpo cubierto de plumas o protoplumas. Los estudiosos que se inclinan a que esta posibilidad fuese cierta se basan en el hecho de que algunos de los relativos del Tiranosaurio se caracterizan por la presencia de éstas en su cuerpo, por lo que sugieren que lo más probable es que el T-rex, como una especie más avanzada, también las tuviera. En adición a eso, tienen en cuenta que el T-rex pertenece a una rama de terópodos conocida como los coelurosaurios, los cuales incluyen a los deinonycosaurios, los oviraptorosaurios, los ornithomimosaurios, los tiranosauroides y a las aves y desde luego, existe evidencia de que múltiples especies de dinosaurios de estos grupos contaban con la presencia de plumas. Sin embargo, existe controversia sobre si esto era una característica típica de todos los miembros del grupo. Durante un tiempo se pensó que la mayoría de los congéneres emplumados del T-rex, tales como el Dilong, contaban con esta característica debido a que, por su pequeño tamaño, su capacidad de generar calor fuera menos eficiente que en animales más grandes, como el T-rex. No obstante, tras el reciente descubrimiento del Yutyrannus, un tiranosauroide emplumado relativamente grande, esta teoría ha pasado a ser objeto de polémica. Del mismo modo, sugieren que en el caso del Tiranosaurio, más que como un sistema de termorregulación, las plumas o protoplumas servirían para el cortejo o el camuflaje.

Aquellos que no concuerdan del todo con la posibilidad de que el T-rex contara con la presencia de plumas o protoplumas sugieren que éste, debido a su enorme volumen, quemaría calorías a un ritmo más intenso que el de la mayoría de sus relativos emplumados, por lo que estaría generando más calor que el necesario para que su cuerpo funcione adecuadamente. En cuanto a la presencia de plumas en sus semejantes de gran tamaño como el Yutyrannus, muchos expertos sostienen que este rasgo pudo deberse a factores geográficos, indicando que este dinosaurio formaba parte de un hábitat caracterizado por climas fríos e inviernos potencialmente intensos, a diferencia del ambiente en el ecosistema del que el T-rex formaba parte. Además, el hallazgo de impresiones de piel de varios tiranosáuridos que muestran que su cuerpo estaba cubierto de escamas en lugar de plumas fortalece esta teoría. Por esta razón, muchos piensan que el Tiranosaurio no necesitaba una compleja capa de plumas, sino que contara con una ligera presencia de plumas en diversas partes del cuerpo o bien, que no presentara ningún tipo de plumaje en todo su cuerpo. Sin embargo, algo en lo que la mayoría de los expertos coincide es en la posibilidad de que los individuos jóvenes estuviesen cubiertos por una capa de plumaje que le ayudaría a regular su temperatura corporal más eficientemente y a su vez, le proporcionaría camuflaje. El principal debate se centra en que si dicha capa se perdía o se reemplazaba por otra a medida que el animal crecía.

 ¿Qué opinas tú? ¿Crees que el legendario T-rex estaba cubierto de plumas o piensas que es más probable la visión tradicional?